La educación e-learning ha generado grandes expectativas de carácter pedagógico, social y económico, lo cual, unido al creciente interés por la calidad educativa, impone el desarrollo de modelos de evaluación adaptados a estos contextos educativos que permitan valorar tanto al propio modelo educativo como a todos los participantes del proceso.
Palabras clave: modelos de evaluación, entorno virtual educativo, técnicas de evaluación.
El impresionante desarrollo de universidades a distancia y la creciente variedad de cursos online ofertados por universidades públicas y privadas, así como la integración y colaboración en este sentido entre universidades de todo el mundo, evidencian la real expansión de modelos educativos a distancia. Entre las Múltiples causas del vertiginoso crecimiento de esta modalidad educativa, pueden mencionarse: la gran demanda social de educación, la necesidad de flexibilizar el sistema de educación
convencional, y la necesidad de los alumnos de seguir estudios sin las limitantes de espacio y tiempo (Fantini, 2004).
En respuesta a estas necesidades de formación se profundiza el desarrollo de modelos educativos elearnig, cuya traducción literal del inglés: “aprendizaje electrónico”, puede interpretarse como aprendizaje producido por medio de medios tecnológicos digitales, termino al que también suele referirse como educación online y educación virtual, entre otros. Los modelos de educación virtual se adaptan completamente a los nuevos modelos de enseñanza aprendizaje, que, debido a la impresionante producción de conocimiento imponen modelos de aprendizaje a lo largo de toda la vida. De esta forma, la educación elearning ha generado grandes expectativas de carácter pedagógico, social y económico, lo cual, unido al creciente interés por la calidad educativa, impone el desarrollo de modelos de evaluación adaptados a estos contextos educativos, los cuales permitan valorar tanto al propio modelo educativo como a todos los participantes del proceso.
(Medina y Verdejo, 2000), establecen que cualquier proceso evaluativo debe fundamentarse en tres aspectos: validez, confiabilidad y utilidad de los resultados. La validez se refiere al grado en que el instrumento evaluativo mida lo que realmente pretenda medir y lo que realmente sea necesario medir.
La confiabilidad se refiere a la consistencia de los resultados obtenidos, es decir que los resultados de la aplicación de un determinado instrumento de medición en forma repetitiva a un estudiante específico no deben diferir grandemente, esto es muy importante considerar en ambientes educativos virtuales, en los cuales a veces es difícil verificar si el estudiante que responde las evaluaciones es realmente el mismo que el sistema identifica y si está respondiendo individualmente o con el apoyo de otros. La utilidad se refiere a cuan práctica o útil resulta ser la técnica de evaluación aplicada.
Además de estos aspectos (Kerka y Wonacott, 2000) le dan importancia a la flexibilidad y a la justicia. En cuanto a la flexibilidad recomiendan que se utilicen métodos variados de a la justicia resaltan que el procesos necesidades y en cuanto a la justicia resaltan que el proceso evaluativo debe estar libre de prejuicios. (Kleker, 2005), añade a estos aspectos el de la diversidad, refiriéndose con este término a considerar en los procesos evaluativos los diferentes estilos de aprendizaje de los estudiantes.
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